El pasado 19 de febrero nos dejó Teófila Gonzalo, a muy pocos días de alcanzar los 100 años. Nació el 5 de marzo de 1925 en Bordecorex.
Ya muy joven Teófila tuvo que dejar su tierra natal trasladándose a trabajar a Madrid , siguiendo el mismo destino de millones de compatriotas que migraron del campo a la ciudad en un proceso que marcó profundamente el siglo XX en España .
Bordecorex vio partir a gran parte de su población a mitad de siglo en busca de oportunidades y de una vida mejor. La historia de Teófila es reflejo de una generación que transitó entre el arraigo rural y el exilio económico, entre la nostalgia y la adaptación.
Sin embargo, su viaje no se detuvo en las fronteras nacionales. Tras casarse en Madrid emigró de nuevo junto a su marido, esta vez a Suiza en busca de mejores oportunidades laborales y una vida mas plena, formando parte de aquel contingente de trabajadores españoles emigrantes que, en las décadas de 1960 y 1970, contribuyeron al desarrollo de otros países europeos a la vez que mantenían vivos los lazos con su patria a través de su esfuerzo y las remesas económicas.
Durante 40 años Suiza fue su hogar, un espacio de vida y sacrificio, de raíces que también arraigaron en tierras ajenas, sembrando allí muy buenos recuerdos y amistades.
A pesar de la distancia, su vínculo con Bordecorex nunca se rompió. Cada verano regresaba a su pueblo natal, reviviendo la memoria de su infancia, recorriendo sus calles y bebiendo de su fuente ( esto lo disfrutaba y lo sentía intensamente ) , un gesto cargado de simbolismo para quienes entienden que la tierra que nos vio nacer nunca deja de ser nuestro verdadero hogar.
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Teófila en la "piscina" rural de Bordecorex |
A los pocos años tras la jubilación, Teófila y su esposo decidieron regresar a España, estableciéndose en Madrid, y realizando escapadas esporádicas a Bordecorex.
La historia de Teófila es la de los muchos que tuvieron que partir a tierras lejanas y extrañas sin olvidar de dónde venían. Es un testimonio de la España migrante, de la resistencia cultural, del apego a las raíces y de la identidad que sobrevive más allá de las distancias. Su vida es un recordatorio de que la memoria de los pueblos no se pierde mientras haya quienes sigan regresando a beber de su fuente.
El círculo de la vida se cierra tras un intenso siglo y su espíritu volverá a Bordecorex, donde serán enterradas sus cenizas.
Teo , descansa en paz.
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última imagen de las 5 hermanas Gonzalo juntas en Bordecorex : Juliana, Teresa, Hilaria, Faustina y Teófila |