Esta ruta permite conocer la zona que forma el triángulo entre Bordecorex , el río Duero y
Berlanga . Se recorren unos 50 kms
atravesando colinas de encinas y quejigos, el valle del río Duero y las
llanuras de tierras de Berlanga. Recorre una de las comarcas más despobladas de
España, atravesando pueblos que apenas alcanzan los 20 habitantes, a excepción
de Berlanga.
El día amanecía algo frio (aunque no tanto como para estar ya en diciembre),
ventoso y nublado, pero no era cuestión de desaprovechar uno de las jornadas del ansiado puente de diciembre.
Partía de Bordecorex con calma por la carretera en dirección
a Caltojar a través del final del valle del rio Torete , contemplando con sosiego la
policromía del Rostralbo a mi derecha y
los restos de la impasible atalaya de la Ojaraca a mi izquierda . A los 4 kms
alcanzo Caltojar y decido seguir recto por el camino forestal, más incómodo y
lento que la carretera, pero a salvo de posibles conductores
“rapidillos”.
campos bajo atalaya de la Ojaraca |
Caltojar
El camino es
totalmente recto, a modo de valle pero sin rio, hasta Casillas de Berlanga, donde tomo la desviación a la
derecha comenzando una subida hacia las colinas, las cuales se coronan de un
bosque de encinas y quejigos.
La pequeña meseta no se extiende mucho y pronto comienza
una continua bajada de unos 2 kms que me llevará directo hasta el valle del Duero. Justo antes de llegar a la carretera principal
y atravesarla para visitar Rebollo de Duero y su Matilla , me topo con los restos
de lo que fue la vía del ferrocarril entre Valladolid – Ariza, hoy totalmente
abandonada y conquistada por la vegetación.
Nada más cruzar la vía muerta y la carretera me saluda el
pueblo de Rebollo de Duero. Mi interés en este punto es visitar la dehesa,
localmente conocida como la “Matilla de Rebollo”. Se trata de un enclave de
alto valor ecológico representativo de un ecosistema autóctono que se ha ido
formando a lo largo de cientos de años. La dehesa es colindante con el rio
Duero, y alberga magníficos fresnos
catalogados como los mayores de Soria, y ejemplares de mimbreras consideradas de
las más grandes de España.
el árbol que mana |
rio Duero |
rio Duero |
Después de visitar la Matilla en total soledad, prosigo
camino hacia el oeste. Mi próximo destino es Fuente Tovar . A partir de aquí hay que evitar la carretera
( en este tramo los conductores dejan de ser “rapidillos” para pasar a emular directamente a Fernando Alonso) , y busco un camino a un lado del valle que vaya
paralelo a la carretera y a la antigua vía férrea . En algún punto el sendero se
me hace algo confuso y tengo que volver sobre
mis pasos para encontrar la dirección adecuada.
De repente tras una pequeña colina ya diviso Fuente Tovar .
Lo atravieso sin encontrarme a nadie en sus calles. Paso por aquí alrededor de
la 14:15h y los pocos habitantes y visitantes que hubiera estos días debían
estar en sus casas comiendo.
Me resulta
curioso el modo en que se ha aprovechado el exterior de uno de los muros de la iglesia
como pared de frontón.
A los 2 kms de dejar Fuente
Tovar el camino se bifurca y tengo que decidir si voy hacia la derecha cuesta abajo, o hacia la izquierda cuesta arriba. Las
piernas se inclinan por la primera opción, pero la cabeza me dice que consulte
el mapa, y gracias a ello, tiro hacia arriba, comprobando a posteriori que era la
decisión acertada. La cuesta es larga, pero con paciencia y el plato pequeño de la bici alcanzo la cima de la colina, y desde allí una
fuerte bajada me deja prácticamente en el cañón de Berlanga. Tras serpentear unos 300 metros por el primer
tramo del cañón aparece al fondo, sobresaliendo entre las paredes de la
garganta, la torre de la Colegiata de Berlanga.
Son cerca de las 15:00h, y decido que este es
el paraje perfecto para parar un poco y comerme
el bocadillo, arrullado por el sonido del rio, y contemplando la imponente
imagen del castillo de Berlanga colgando sobre el cortado.
Tras unos 30 minutos de avituallamiento y descanso, me paso a
dar una vuelta rápida por Berlanga ( pasar por aquí y no detenerse un poco a contemplar sus soportales, su fuente de los cuatro caños, su Colegiata, el rollo , o una fachada plateresca en una calle es casi pecado ) . Termino rodeando el castillo y cojo de nuevo el camino
del cañón del rio. Desde aquí el sendero forestal es
totalmente recto y plano hasta
Bordecorex , dejando a un lado los pueblos de Ciruela , Casillas de Berlanga y
Caltojar entre campos de cultivo.
A la altura de la ermita de San Baudelio , en una pequeña
curva , sorprendo a un grupo de buitres posados a escasos metros, que no dudan en levantar el vuelo a los pocos segundos de pararme a observarlos, confirmando su carácter asustadizo.
la ermita de S. Baudelio desde el camino |
Sobre las 17:00h llegaba a Bordecorex , después de una
gratificante jornada cicloturista, que me ha ayudado a conocer un poquito más
la austera belleza de la comarca , a ese ritmo pausado pero a la vez ambicioso
en kms que te permite la bicicleta.
Datos y perfil del recorrido :
No hay comentarios:
Publicar un comentario