29 de septiembre de 2021

Cicloturismo por la comarca de Caracena . Silencio y despoblación

 Septiembre 2021

Buscando ampliar el radio de acción de mis recorridos en bici por el entorno de Bordecorex pensé en esta ruta en bicicleta de modo circular partiendo y llegando a Sauquillo de Paredes, situado a unos 30 kms de Bordecorex.  

Unos 70 kms ricos y variados salpicados de páramos inmensos , pequeños cañones , pueblos abandonados , yacimiento arqueológico incluido, árbol singular  y estupendas muestras del románico castellano.  

Parto de Sauquillo de Paredes en una mañana fresquita ( la zona se sitúa alrededor de los 1.200 mts de altitud ) que irá mejorando sensiblemente a lo largo del día para permitirme pedalear en manga y pantalones cortos bajo el sol durante la mayor parte de la jornada. 

Ya desde el primer kilómetro la sensación de soledad, cielo inmenso y poca población impregna lo que será la esencia del recorrido . 

En breve desde el inicio llego a Modamio (km 2 ) , pequeñísima localidad que encuentro totalmente desierta, con todas sus casas cerradas a cal y canto en en el par de calles que tiene.  


junto a la iglesia de Modamio

 

Por la tranquila y estrecha carretera me planto rápidamente en Muedrano ( km 5,5 ), único pueblo donde podré apenas conversar con alguno de sus vecinos . Encuentro a dos mayores en paseo matutino, y a otro en labores de limpieza de su vehículo. Me comentan que solo el pastor vive permanentemente allí todo el año, y que tanto Muedrano como los pueblos de alrededor están prácticamente vacíos ( lo pude comprobar ya en Modamio ). 

Me indican el acceso a su iglesia, y tras visita a su fachada dispuesto a proseguir camino coincido con la llegada del cartero . Le pregunto por el estado del sendero hacia la Perera y  Pozuelo, pueblo este deshabitado. Desde donde me encuentro abandono la carretera y debo proseguir por caminos o senderos de tierra.

Muedrano


Tras la precisa indicación que me da el cartero tomo un evocador sendero que se va estrechando, encajonándose en un pequeño y bonito cañón con vegetación a ambos lados. Tengo que bajar despacio serpenteando algunas piedras y plantas. En algún punto las paredes policromas de óxido de hierro casi me abrazan.


la 
cañon entre Muedrano y La Perera


A la salida del cañón encuentro un camino de concentración en buen estado que en breve desemboca en La Perera ( km 10,5 ). No logro ver un alma en esta pequeña población aunque  alguna casa parece habitada. 

La Perera


A partir de aquí me inunda una sensación aun mayor de soledad y asilamiento conocedor de que mi siguiente destino es un pueblo abandonado hace muchos años. Serán 4 kms de páramo, viento, inmensos espacios abiertos bajo un cielo infinito hasta que alcance Pozuelo ( km 14 ).

La llegada a Pozuelo es desoladora. Mi primera visión a medida que me acerco es la iglesia. Es como una isla en un lago de vegetación. Su tejado se ha hundido aunque mantiene orgullosa la espadaña pero sin campanas. Su puerta ha sido saqueada arrancándole los sillares de ambos lados del marco , con el aislamiento del lugar como aliado del expolio. 


lo que queda de la iglesia de Pozuelo



lo que queda de la iglesia de Pozuelo




El abandono y la intemperie no tienen piedad con el resto del pueblo. Las paredes de las casas, aunque de piedra robusta luchan por mantener la verticalidad en unas calles conquistadas por la vegetación. Los tejados hace tiempo que se rindieron en la batalla de la resistencia y yacen desmoronados sin excepción. 




























Pozuelo 


























Apartado unos 100 metros de los muros supervivientes diviso el cementerio con su recinto aparentemente bien conservado. Decido acercarme atraído por la melancolía del lugar . Quedan apenas 4 o 5 cruces de hierro apoyadas sobre sus muros . Veo que las más recientes datan de fallecimientos de los años 50 del siglo pasado.  Otras esquelas se remontan a los años 20, hace pues casi un siglo.  









“El pueblo se vio abandonado completamente en octubre de 1968. Las cuatro familias que quedaban, vendieron el pueblo a un hacendado, poniendo punto final a su historia. Todo se debió a la mecanización del campo y la escasez del agua. No había ya más porvenir en el pueblo y la gente partió hacia lugares más prósperos, como Madrid y Barcelona.” ( fuente : wickipedia ).

Dejó Pozuelo con esa sensación amarga y melancólica que me invade cada vez que contemplo un lugar donde una vez hubo vida, correteo y risas de niños, pasiones, alegrías y amarguras de gentes de las que ya no queda presente ni futuro. 


vista de la iglesia de Pozuelo según me alejo






El trayecto que me espera desde aquí hasta la salida a la carretera de Caracena será, además de solitario,  bastante incómodo, añadiendo el hecho de que en un tramo me sobrevendrá el temor a que me puedan asaltar perros defensores de su territorio ovino  , ya que diviso un par de explotaciones ganaderas entre las cuales tengo que atravesar. En este caso afortunadamente están tan abandonas como Pozuelo , y mis temores se diluyen .  

La bajada es muy incómoda por un sendero largo y muy pedregoso .  No es necesario bajarse de la bici en ningún punto pero el tramo es algo técnico ,me requiere ir muy despacio levantado del sillín y con mucha precaución zigzagueando piedras . Afortunadamente el tramo es de bajada. De subida hubiera sido insufrible. 

Por fin termina este sendero y alcanzó la carretera que asciende a Caracena ( km 21 ). En una curva a medio camino antes de coronar el pueblo miró hacia atrás y veo en la ladera opuesta el inclinado sendero que acabó de descender. ¿ Pero como se me ocurre meterme por tales pedregales ? , me pregunto , y doy las gracias mentalmente a mi bici por ser tan jabata y haberme bajado sin quejarse, sin un crujido , y proseguir camino sin el más leve soniquete. 

La llegada a Caracena coincide con un aviso de mi estómago que empieza a requerir atención alimentaria. Pero antes de comer quiero visitar sus calles , su lavadero , su iglesia a las afueras , su potente rollo de piedra   y asciendo por la calle principal hasta llegar a la joya de la corona que se encuentra en el punto más alto de la localidad : la iglesia románica de San Pedro . 

Me deleito unos quince minutos observando su magnífica galería sur de columnas ,sus capiteles magistralmente esculpidos, su arcada de entrada , sus canecillos y curiosas figurillas y caras laicas y religiosas bajo la línea del tejado. Una maravilla de sencillez y armonía. 

junto al rollo de Caracena

calle principal de Caracena

iglesia románica de San Pedro 


dejando Caracena hacia el castillo 

Tomo varías fotos , y enfilo más arriba hasta el castillo , que ya he decidido será el lugar donde saque la comida y descanse .

El castillo de Caracena debió ser un lugar imponente en su apogeo. Aún en su estado de ruina actual  impresiona por su fortaleza , su buena factura de construcción y su ubicación al borde de un cortado que quita la respiración. 



cortados junto al castillo 

elegante almena 


Como y descanso durante una hora sobre la hierba  junto a su acceso principal. Alguna rapaz y varios buitres me observan durante su vuelo desde un cielo impoluto salpicado de alguna nube muy blanca. 


Tras recorrer el perímetro del castillo asombrándome de nuevo por su buena hechura, monto de nuevo en la bici a proseguir el sendero que me llevará tras unos 4 kms a la carretera de Valderroman. 

 

Al alcanzar el asfalto hago un pequeño desvío de 2 kms para acercarme al ejemplar de encina ( carrasca, en la versión soriana ) mas grande de la provincia, según reza su cartel informativo. El tronco es monumental, y a pesar de haber perdido hace pocos años una de sus tres ramas ( mas anchas cada una de ellas que muchos árboles ) sigue manteniendo un porte imponente. 



 

Mi siguiente destino es el yacimiento arqueológico de Tiermes ( km 37 ) al que se llega por una buena carretera exenta de tráfico en estos días  . Tras un breve café en su hospedaría visito la magnífica iglesia románica a la entrada, alguna de las dependencias romanas , las casas excavadas en la roca , los restos de las termas y el anfiteatro rupestre. Observó que han añadido útil cartelería descriptiva desde la última vez que estuve aquí , lo que enriquece la visita. 

Tiermes.Interior de una casa rupestre

Tiermes .Termas y viviendas romanas


De nuevo en la bici prosigo el sendero hacia las estribaciones de la Sierra de la Pela en busca de un pueblo deshabitado alejado de la civilización que tenia ganas de revisitar ( hace más de 10 años estuve de paso por aqui en otro viaje cicloturista con varios amigos ). 

Apenas dejo Tiermes un cartel me advierte de que entro en zona ganadera donde puedo encontrar perros mastines . Me asalta de nuevo el temor a la posibilidad de tener que lidiar con estos celosos guardianes de su territorio ovino . El cartel recomienda no hacer caso a los mastines ignorándolos, no darles comida  y no dejar que me sigan ( me pregunto como se hace esto último se llegará el caso ). Sopeso si continuar o no , pero mi curiosidad por adentrarme hacia la aldea perdida supera mi temor a los canes y decido proseguir , muy alerta y meditando mi estrategia en caso de que salga alguno de los perrazos, confiando en que los dueños los tengan medianamente amaestrados a tolerar a inofensivos y algo incautos visitantes que se adentren por estos senderos. 

Afortunadamente los mastines deben estar ocupados o en otro lugar hoy y no hacen acto de presencia.

La llegada a la aldea de Manzanares ( km 42 ) es aún más desoladora que la del anterior despoblado de Pozuelo que atravesé por la mañana . En este caso además el halo de melancolía se ve aumentado al encontrarse en una zona tan bonita con mucha vegetación arbórea , y con agua abundante en el río . Encuentro la iglesia especialmente bucólica . Ha perdido la techumbre , pero conserva la espadaña intacta y los palos de sujeción de las campanas. Todo ello colonizado por frondosa vegetación.  El cementerio adyacente mantiene algunas melancólicas cruces de hierro con esquelas de los años 50 del siglo pasado.  



Recorro despacio sus calles, con sus buenas casas de piedra en su día,  hoy ya con todos los tejados vencidos por la emigración y el olvido. El sentimiento de tristeza que emanan las calles es profundo . La maleza ha colonizado de modo inexorable todas las arterias del pueblo.  Manzanares quedó deshabitado hacia 1970. 





entrada a la iglesia


Una sola casa parece medio cuidada, o más bien ocupada y no precisamente por legítimos propietarios, pero cerrada hoy de manera algo precaria. 


Dejando atrás tanta desolación, aunque no exenta de cierto encanto y romanticismo, continuo en suave pedaleo hacia el sur paralelo a la cuerda de la Sierra de la Pela. El camino desde Manzanares serpentea en constante y sufrido ascenso hasta que por fin corono el collado. 

Me quedan por atravesar tres pueblos muy pequeños a las faldas de la Sierra (  Losana , Valvenedizo y Castro )  hasta llegar a Retortillo de Soria ( km 58 ) . La tarde y el crepúsculo se me van echando encima por lo que no puedo más que contemplarlos desde la carretera a mi paso junto a ellos sin adentrarme en sus calles. Además me encuentro ya bastante cansado y no contaba con algunos tramos sube-baja , que me van agotando cada vez más .  Esta parte del recorrido se me va haciendo tediosa por el cansancio y las prisas por no perder la luz natural . 

Al llegar a Retortillo de Soria, y a pesar de que me queda poca luz , no tengo más remedio que parar unos 10 minutos frente a una de las entradas almenadas de su antigua muralla a reponer fuerzas comiendo unos frutos secos .

Retortillo de Soria


Pongo los focos en la bici , me enfundo el chaleco reflectante , atravieso las calles desiertas de Retortillo y desde aquí ya mantengo un pedaleo constante por la carretera los 8 kms que me faltan hasta llegar al punto de partida y a la vez final de esta variada ruta circular. 

El recorrido ha superado las expectativas que tenía cuando la  planifiqué. Los inmensos espacios abiertos en el páramo , un pequeño cañón  , la soledad y melancolía de los pueblos atravesados , un yacimiento arqueológico de primer orden , un buen ejemplar de árbol singular , un par de estupendas Iglesias románicas ……. hacen de esta ruta una de los mas sugerente  que he transitado este año. 


ruta completa: mapa y desnivel


Video a vista de pájaro :


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Track , mapa y mas fotos pinchando aquí : 
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27 de septiembre de 2021

En busca de los meandros del rio Bordecorex

 Septiembre 2021 


Llevaba ya un tiempo queriendo acercarme a la zona del curso inicial del rio Bordecorex . Rio este ya sin caudal desde hace muchos años , probablemente por la desecación de la laguna de Conquezuela en la década de los 50 del siglo pasado para convertirla en tierras de cultivo( https://bordecorex.blogspot.com/2013/05/por-que-ya-no-lleva-agua-el-rio-de.html )

Paradójicamente el cauce del rio a su paso por Bordecorex ya ha perdido su nombre original cambiándolo por el de Torete . 


Parto desde Bordecorex hacia el este en una mañana algo fresca para ser septiembre . El Valle del Torete, aunque ha perdido cierto encanto a raíz del ensanchamiento que realizaron al camino en el último año sigue siendo muy atractivo para recorrerlo en bici , con sus laderas sinuosas tapizadas de bosques de encinas y quejidos . Ha ganado funcionalidad para los vehículos pero ha perdido algo de encanto para la bicicleta.

Saludo a mi paso a la solitaria atalaya de la Torremocha, que sigue impasible vigilando el camino tras 1000 años de resistencia . 

Atalaya de la Torremocha 




















Pronto llego a Fuentegelmes y después a  Villasayas , último pueblo  del Valle del Torete . No puedo  pasar por aqui sin parar a visitar de nuevo la bonita y armoniosa porticada  románica de su Iglesia.  


Iglesia de Villasayas



Iglesia de Villasayas













La ruta de hoy enfila desde aquí hacia Jodra de Cardos, que se alcanza tras  6 kms , y donde tras llenar la botella de agua en su fuente me despido del asfalto  y pedaleo ya por camino de tierra a la salida del pueblo por un sendero estrecho pero en buen estado . Las primeras y aún pequeñas  estribaciones del cañón del río se atisban con cierto contraste paisajístico  , ya que vengo de espacios muy abiertos en los últimos kilómetros .


Poco a poco el cañón me va sorprendiendo. Es mi primera incursión en el , y tras las sensaciones de hoy seguro que no será la última. El camino empieza a serpentear y se va encajando entre laderas cubiertas de frondosa vegetación . La sensación de soledad y aislamiento va in crescendo a medida que pedaleo despacio por un camino que se va estrechando y alfombrando de hierba . Un tejón se ve sorprendido por mi paso y corre paralelo a mí entre los árboles de la ladera durante unos 100 metros. Es la primera vez que diviso uno en libertad.  

Las paredes del cañón , tapizadas de verde , se coronan con formaciones rocosas de colores ocres y múltiples oquedades  . Las paredes no son muy altas pero resultan muy bonitas.  

Decido parar a comer en este paraje tan idílico con la sensación de estar solo en el mundo. Resulta ser un cañón muy solitario pero acogedor. Tras dar buena cuenta de las viandas despliego mi hamaca colgante para descansar entre dos encimas durante una media hora  en la que solo el viento y unos ruidosos arrendajos perturban ligeramente el silencio de este recóndito rincón. 











El cañón tiene una longitud de tan solo unos 5 o 6 kms pero absolutamente embriagadores. 

Va perdiendo frondosidad a medida que el sendero asciende hacia la planicie castellana.


Mi siguiente destino es el pueblo de Mezquetillas . Supone un contraste fuerte con el entorno anterior . Grandes espacios abiertos , con enormes extensiones de campos de cultivo sobre un cielo seminuboso hoy, salpican este tramo del camino . 



Diviso Mezquetillas a lo lejos . Decido visitar  antes su ermita , que se presenta en un pequeño desvío a  1 km antes de llegar al pueblo .  También permite unas buenas vistas de la aldea desde su posición.

ermita de Mezquetillas










Ya en Mezquetillas callejeo algo por el pueblo y me acerco  a su iglesia de portada románica. No veo absolutamente a nadie. 


Mezquetillas

El siguiente alto en el camino es Romanillos de Medinacelli. Interesante por su fuente antigua , su chozo de ganado restaurado y su curiosa colección de cruces de piedra del siglo XV  a las  afueras.  

Tomo un tentempié a base de moras , dulces y en plena madurez ya en esta época del año , que recojo de unas generosas zarzas junto al camino .


Romanillos de Medinaceli



 



ventana en Romanillos

detalle de una puerta en Romanillos 





















A unos 6 kms entre grandes espacios abiertos y un cielo amenazadoramente cubierto me espera Alpanseque . De este pequeño enclave me interesa la sencilla y armoniosa portada románica de su iglesia, descubierta hace relativamente pocos años muy bien conservada, a donde me dirijo directamente sin apenas callejear .  El cementerio adyacente también tiene cierto encanto , trayéndome a la mente  el movimiento literario del Romanticismo en el  siglo XIX.  


portada de la iglesia de Alpanseque 

cementerio de Alpanseque  






















Empieza a llover con cierta fuerza mientras contemplo la fachada románica, lo que me obliga a refugiarme en el porche de una casa con la esperanza de que amaine o pare. Tras varios minutos disminuye algo la intensidad  pero ante la escasa perspectiva de que la lluvia cese  , y dado que se me va echando la tarde encima , no tengo otra opción que abrigarme , ponerme el chubasquero y seguir camino .

    

A la salida de Alpanseque y bajo la lluvia , tengo una “discusión “ con el perro de un pastor que interpreta que pasar por el camino es invadir su territorio. No tengo sendero alternativo y no  me queda más remedio que ponerme a su altura y “ladrar” más que el para pasar, siempre con la incertidumbre de si se dejará  amedrentar por mi tono de voz que fuerzo al alza.   

He aprendido por otras experiencias que cuando se presentan perros en un camino que consideran suyo, normalmente porque su rebaño se encuentra  cerca , se trata de demostrar quien manda más a base de desplegar un tono de voz alto y firme , y mirarles a los ojos sin retirar nunca la mirada .  Confieso que hay que tener agallas para aplicarlo y se pasa miedo , pero si los perros ladran normalmente solo quieren expulsarte de ahí. Se pasa mal mientras se van acercando , pero hasta ahora voy saliendo airoso con este método.   Gajes del oficio del cicloturista. 


Llego a Barahona bastante mojado. Mi plan desde aquí era visitar una sima ( hundimiento brusco del terreno ) que no conozco , situada a medio camino entre Barahona y Rello , pero las condiciones meteorológicas me empujan a dejar ese objetivo para otro día . 

Tras un reconstituyente café en el bar de Barahona ( el único que he encontrado abierto en toda la jornada ) , me enfundo el chubasquero y enfilo raudo por un solitario y largo camino  ya sin paradas hacia Bordecorex .   Bajando desde los Llanos aparece el valle del Torete con Bordecorex al fondo que me acoge hospitalario ya casi al anochecer .


Termina una jornada y travesía cicloturista mas a añadir al rico bagaje que me va dejando esta interesante comarca soriana en cada escapada. 


Para acceder al plano, track y desnivel de la ruta pinchar en este mapa :


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la ruta a vista de pájaro :






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