27 de septiembre de 2019

Cicloturismo desde Bordecorex por tierras de Berlanga

Septiembre 2019 
Ruta en solitario por tierras de Berlanga .

Estamos en el corazón de la España vacía, en una de las zonas más despobladas del país, donde no se alcanzan los 7 habitantes por km2. 
La mayoría de pueblos que atravieso no suman 10 habitantes , siendo prácticamente todos sus vecinos jubilados.
Como contrapartida la comarca mantiene un interesantísimo patrimonio arquitectónico , etnográfico e histórico. 

Salgo de Bordecorex con una temperatura agradable, pero con un cielo amenazante . Tendré suerte , y no caerá una gota en toda la jornada. 

Iglesia de Caltojar


 En la Riba de Escalote , tras amable conversación con una anciana y su hermano , antiguo cura de la comarca hasta su jubilación ( hace ya 13 años , me concreta ) , les ayudo a meter las gallinas en el corral . Nos costó lo suyo. Las pobres preferían seguir correteando por el pueblo a la oscuridad del corral.




Rello sorprende por su situación , inexpugnable sobre el roquedo. La fortaleza , que constituye de hecho todo el pueblo, mantiene una atmósfera decadente, aunque altiva. 



Rello
Este pueblo si estuviera en cualquier país de nuestro entorno estaría rehabilitado hace tiempo. Mientras tanto, esa decadencia y cierto abandono le aporta un encanto difícil de encontrar ya otros lugares en la geografía española . 


desde una calle de Rello 
 Llama la atención Arenillas, por su excepcionalidad poblacional   , donde mi llegada coincide con la del autobús escolar procedente de Berlanga. Único pueblo con niños , a excepción de Berlanga, cabeza de comarca.
Conozco aquí a Saturnino, pastor de Barcones , animado , vivaracho y con ganas de conversación . Le agradezco el café al que me invita en el modesto bar, regentado por una pareja de rumanos con niños, asentados y enraizados ya aquí desde hace más de una década. 

Llego a  Lumias , escondido del mundo en un emplazamiento idílico. 

No resisto la tentación de adentrarme un poco en su cañón, a pesar de que mi idea de ruta no va hoy por aquí . Varios buitres me observan desde sus atalayas en el roquedo. Tras 1 km de camino introspectivo vuelvo sobre mis pasos para tomar de nuevo la carretera hacia Torrevicente . 

Torrevicente, allí arriba ( a casi 1200 mts de altura) , pero a la vez allí abajo , buscando el resguardo del cañón del rio Talegones . Tan perdido del mundo como Lumias. A pesar de recorrer el pueblo a media tarde no logro ver a un solo vecino. 

Sopeso si tomar una senda hasta Abanco , pero no intuyo bien el camino y la tarde se me va echando encima. Por lo que decido volver sobre mis pasos ( o pedaladas ) y tomar el desvío a Alalo.

Alalo y Paones , solitarios en la estepa castellana. La tarde ha mejorado y algún vecino abraza los últimos rayos de sol sentado a la puerta de su casa. 

Continuo hacia Berlanga . A un par de kms del pueblo me topo con el tentador cartel de desvío a Cabreriza por un camino de tierra . A 7 kms de aquí se encuentra ese pueblo deshabitado desde la década de los 70 del siglo pasado. Hoy no me queda luz natural. Pospongo la incursión para otro día. 

 En Berlanga descanso un rato contemplando la fachada del palacio frente al castillo. Después recorreré sus calles porticadas , su plaza , el rollo, la ermita , la puerta de Morales , para acabar rodeando el castillo por la sombría alameda .
Berlanga impone por su historia, su patrimonio arquitectónico, por el emplazamiento de su castillo. 


ermita de Berlanga

Ha caído el crepúsculo sin enterarme. Tengo que poner las luces en la bici , y, desde aquí a Bordecorex, ya voy sin vacilar , apretando los pedales y sin paradas . Oigo un ruido lateral y un segundo mas tarde un par de corzos me sobresaltan cruzándose delante a 4 metros . 

Llego ya en noche cerrada a Bordecorex , pero con el regusto y satisfacción de los lugares revisitados , conocidos hoy un poco más profundamente , y con el recuerdo de las conversaciones mantenidas con algunos de sus moradores. 

Trazado y mas fotos de la ruta :





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